07 mayo 2008

Fútbol, babas y marranos


Imaginad la escena: Olimpiadas en París, ejercicio de suelo en gimnasia deportiva. Es el turno del representante español Jonathan Abdul Heredia. Justo cuando levanta la mano para empezar... escupe un lapo tipo "estrella fugaz" contra una colchoneta que, por supuesto , queda definitivamente inutilizada por su desintegración. ¿ A qué no mola ? Pues 25 ó 20 de estos "detallitos", como mínimo, hay que contemplar en cada retransmisión televisada de un partido de fútbol. ¿ Pero por qué carajo tienen que ser tan marranos los jugadores de fútbol ? No creo que sea provocado por el hecho de correr porque entonces en las pruebas de atletismo los corredores resbalarían como si fuese patinaje sobre hielo y en una marathon se deshidratarían, además de empantanar la ciudad...
Tiene que estar el terreno de juego... guapetón. ¡¡ Como para caerse !! Yo no me caigo al césped aunque me rompan el fémur de una patada. O te quedas pegado al suelo por el efecto pegamento de los lapos o te corroen la espalda.
Los lanzan al suelo, se los tiran entre ellos... andan sobraditos de babas, como los perros boxer. No quiero ni hablar de cuando se tapan un orificio nasal para practicar lanzamiento por el otro. Por el amor de Dios, un día les van a salir hasta los Teleñecos. Esta reflexión me lleva a la pregunta final : ¿ Es el fútbol para babosos o es este deporte el que provoca hiper-mucosidad? Yo, raro como siempre, ni lanzaba gárgamels ni tenía especial producción de ningún tipo de fluido cuando practicaba este deporte.... ¿ Será la evolución ? Porque si es así, paso.

Dejo para otra ocasión el tema de los futbolistas y la ropa de calle "Fútbol y moda horteril" porque hoy ya he sido bastante desagradable...