Valientes hijos de puta los quintos de Torreorgaz. No se si los 12 son todos los quintos de este pueblo pero si no que no se den por aludidos los que estuvieron en esta salvajada. Matar a la burrita a patadas y puñetazos llegando, en el colmo de la crueldad, a meter un palo por el recto de la pobrecilla. Reventada por dentro fue vista por un vecino que llamó al dueño, agonizó media hora más y murió. Noticia De entrada, no existen los quintos si no hay mili y en España no la hay. Es pura fiesta, puro aquelarre.
Hay vecinos que los disculpan, ( igual de hijos de perra que ellos ) se empieza una campaña de silencio, presiones al veterinario y demás. Hay que ser una alimaña para hacerle esto a un animal que, además, está protegido por la ley.
En los foros dicen que se ha de castigar con trabajos sociales, que hay que educarles. Pero ¡ qué cojones ! si están a punto de terminar su educación y ya me contarán de que les ha servido. Estos quintos de mierda no se pueden librar limpiando paredes o regando jardines. Han matado, han demostrado qué nivel de crueldad gastan. Cárcel (y una mano de hostias que les daba personalmente)
También existe la posibilidad de cumplir con los deseos de esta piara palurda: un añito en la Legión y luego a Afganistán o Líbano. ¿No celebraban que se iban al ejército ? Hecho.
Aunque pensándolo bien... quizá algo de lo que hicieron se les podría aplicar pero en vez de con un palo que se lo hagan un par de burros. Los quintos a cuatro patas y que se los monten dos buenos sementales. Dado el tamaño de los atributos, que habitualmente roza el suelo, se podría considerar que son como los palos que usaron. Ojo por ojo (más bien sería por ojete) diente por diente.
Para el que quiera protestar y acabar con esta tradición dejo este link del Ayuntamiento de Torreorgaz: un pueblo con personajes propios de Las Hurdes de Buñuel o de Jarrapellejos... aytotorreorgaz@yahoo.es