Mi amigo Bowman, tipo realmente gracioso me contaba que una vez le dieron por cadáver debido a la ingesta de Guiness y Jameson. Para mi que han sido muchas más las veces pero bueno...
El caso es que me ha recordado una cosa que me pasó en los San Fermines de hace años. Un amigo torero debía hacer de doblador (creo que se llama) y después del encierro meter el toro con un capote desde la plaza al corral. Esto le obligaba a madrugar.
En una clara falta de vista (e incluso de razón) nos dijo que sacásemos esa noche a su novia con nosotros, ella le apetecía salir. Tras decirnos que ella era poco fiestera y muy tranquila nos pidió que por favor nos comportásemos. ¡¡ Para que lo diría !!
No habían pasado dos horas desde la cena cuando la novia de S (diré ese para que nadie sepa que se llama Sergio) salió disparada del bar en el que estábamos para vomitar en la calle (costumbre muy de allí), la seguí y observé estupefacto como se desplomaba en la acera toda ella rebozadita de algo que antes fue comida. Cómo sería el lechón que el reloj salió despedido cayendo por una alcantarilla a 4 ó 5 metros. Brecha en la cabeza, sangre por doquier, convulsiones, desmayo largo... en fin, todo lo que su novio, S, quería para esa noche. Mientras mis amigos hablaban de llevarla al hospital yo sólo podía pensar en el torero persiguiéndome con el estoque y la muleta para lidiarme y ensartarme.
La llevamos al hospital, y aquí viene lo que me recordó Bowman, al llegar a urgencias con la "tranquilita" sangrando, llena de pota y con cara de "jesús-que-moco-más-tonto" dos celadores y una enfermera corrieron con una silla de ruedas para... atenderme. Empeñados en que mi lividez e hipotermia eran casi para llamar al forense no me dejaban levantarme hasta que al final pude exclamar: brepptrhsd... pesaditos mshgrhchg tomar por culo nyg3cgyng me lío a golpes gggegge. Y me escapé a paso más que ligero dejando una peste a White Label acojonante.
Mi mala suerte hizo que en el encierro me sentasen entre el jefe de la Policía Municipal (o como se llame) y una concejala. Cada vez que yo intentaba hablar todo el tendido quedaba envuelto en un olor a whisky. El policía me sugirió callarme y lavarme la cara pues quedaban huellas de la toxicidad nocturna...
El torero tardó en hablarnos bastante tiempo pero "la tranquilita" nos miraba con cara de "jo que noche ".
El caso es que me ha recordado una cosa que me pasó en los San Fermines de hace años. Un amigo torero debía hacer de doblador (creo que se llama) y después del encierro meter el toro con un capote desde la plaza al corral. Esto le obligaba a madrugar.
En una clara falta de vista (e incluso de razón) nos dijo que sacásemos esa noche a su novia con nosotros, ella le apetecía salir. Tras decirnos que ella era poco fiestera y muy tranquila nos pidió que por favor nos comportásemos. ¡¡ Para que lo diría !!
No habían pasado dos horas desde la cena cuando la novia de S (diré ese para que nadie sepa que se llama Sergio) salió disparada del bar en el que estábamos para vomitar en la calle (costumbre muy de allí), la seguí y observé estupefacto como se desplomaba en la acera toda ella rebozadita de algo que antes fue comida. Cómo sería el lechón que el reloj salió despedido cayendo por una alcantarilla a 4 ó 5 metros. Brecha en la cabeza, sangre por doquier, convulsiones, desmayo largo... en fin, todo lo que su novio, S, quería para esa noche. Mientras mis amigos hablaban de llevarla al hospital yo sólo podía pensar en el torero persiguiéndome con el estoque y la muleta para lidiarme y ensartarme.
La llevamos al hospital, y aquí viene lo que me recordó Bowman, al llegar a urgencias con la "tranquilita" sangrando, llena de pota y con cara de "jesús-que-moco-más-tonto" dos celadores y una enfermera corrieron con una silla de ruedas para... atenderme. Empeñados en que mi lividez e hipotermia eran casi para llamar al forense no me dejaban levantarme hasta que al final pude exclamar: brepptrhsd... pesaditos mshgrhchg tomar por culo nyg3cgyng me lío a golpes gggegge. Y me escapé a paso más que ligero dejando una peste a White Label acojonante.
Mi mala suerte hizo que en el encierro me sentasen entre el jefe de la Policía Municipal (o como se llame) y una concejala. Cada vez que yo intentaba hablar todo el tendido quedaba envuelto en un olor a whisky. El policía me sugirió callarme y lavarme la cara pues quedaban huellas de la toxicidad nocturna...
El torero tardó en hablarnos bastante tiempo pero "la tranquilita" nos miraba con cara de "jo que noche ".
5 comentarios:
¡No pienso dejarte a cuidar de ninguna amiga mía! ¡Jamás!
Recuerdo que, en mi caso, iba notando que me iba a caer redondo el cualquier momento, así que le dije a mi mujer, con toda la tranquilidad del mundo, que me iba 'un momento al año. No ligues mientras con ningún guiri'. Camino al baño fui rezando unas sevillanas (no te caigas todavía, no te caigas por favor...). Me senté sobre la taza y no recuerdo nada más.
Al despertar, me estaban sacando a rastras del local y vi de reojo a mi mujer, sola y con cara de mala leche ('esto va bien', pensé).
Me dejaron 'despejándome' fuera, calculo que cerca de una hora. Entonces entré... ¡y mi mujer aún me esperaba! No se había enterado de nada.
Lo peor... ese día, por primera y última vez en mi vida, llevaba pantalones blancos (imagínate cómo está el suelo del WC de un pub irlandés masificado, en verano en Benibronx, lleno de guiris meándose por todos lados, potando...)
Joder la noche es muy jodida, XDDDD
un saludo
Quién no ha pillado una noche tranquilita de esas en algún momento de gloria...? yo ingresé con un maleolo partido diciendo: "antes muerta que sencilla".... en fin... dejémoslo en un recuerdo de 2 clavos de titanio y 6 puntitos...
Te estaba contando otro caso de mal cuidado de amigas pero, como siempre, me estaba quedando muy largo, así que he publicado una entrada nueva.
Yo me he bebido una botella de white Label diaria trabajando de noche. Eso entresemana, los fines de semana ni te cuento.... En Pamplona una tía nos tumbó a los 5 que íbamos. Qué manera de beber
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